La
estimulación en los primeros años de vida es fundamental, garantiza el
desarrollo integral de los niños. Se
estimula en lo físico, motriz, cognitivo, lenguaje y emocionalmente. Para esto
hay que tomar en cuenta la maduración biológica y neuronal.
Es
posible escuchar con frecuencia que un niño hablo o camino
más temprano que otro, antes de la edad establecida cronológicamente, que los padres se maravillan cuando comienzan
a dar volteretas, a gatear, agarrar objetos y tirarlos, emitir balbuceos, etc.
Esto se debe muchas veces a la cantidad y calidad de los estímulos que recibió
en los primeros años de vida
En este sentido Huttenlocher, (2017)
demostró que las conexiones sinápticas (conexiones neuronales) entre las
diferentes áreas del cerebro se desarrollan intensamente en los primeros seis
años de vida y su densidad aumenta proporcionalmente con los estímulos externos
(visuales, auditivos, táctiles, olfativos o gustativos), siempre y cuando estos
sean ordenados, regulares y bien estructurados. Esto quiere decir que esta etapa o se aprovecha con los estímulos
adecuados, o se pierde para siempre. Es una responsabilidad de los docentes que
trabajan con esta población estimular el desarrollo pleno de los niños que se
encuentran entre las edades de 0 a seis años.
Por
lo anteriormente expuesto se entiende que para ser docente debes conocer el maravilloso proceso de crecimiento
y desarrollo de habilidades que los niños va adquiriendo. Por tal razón, la
asignatura Estimulación del desarrollo en la primera infancia te da la
oportunidad de conocer los fundamentos,
importancia, aspectos y programas que existen para trabajar con niño en su primera
infancia. Se convierte en un desafío para el docente, por lo que los
conocimientos adquiridos en esta asignatura son básicos para guiar su proceso de
aprendizaje y su formación integral.